lunes, 9 de noviembre de 2015
La ley actual eleva el número
de años cotizados para determinar la cuantía de la prestación
El País Madrid 5 NOV 2015 - 10:16 CET
Edad de jubilación. / mara
Ciertas cosas, aunque estén en la boca de todos, son auténticos
rompecabezas. Y una de ellas es el cálculo de la pensión, un asunto engorroso que ha ido
complicándose más aún con las sucesivas reformas del sistema. La ley actual,
entrada en vigor en 2013, ha elevado progresivamente la edad
requerida para jubilarse —de 65 años en 2013 a 67 a partir de 2027— así como el
número de años cotizados para determinar la cuantía de la prestación —de los 15
años de 2012 a los 25 en 2022—, en línea con las necesidades de las arcas públicas
y el aumento de la esperanza de vida de la población.
Hasta ahora, aquellos contribuyentes que quisieran arrojar algo de
luz sobre el asunto podían dirigirse, de manera presencial, a la Seguridad
Social. Pero a partir de la
tarde de este jueves tendrán una nueva herramienta: un simulador,
disponible en la página web Tu
Seguridad Social, para determinar el importe de sus pensiones
futuras. Para acceder a este instrumento, sin embargo, es necesario disponer de
DNI electrónico o certificado digital. ¿No cuenta con ellos? Aquí una breve
explicación sobre cómo se realiza el cálculo.
¿Qué es la base reguladora y para qué sirve?
Para tener acceso a la pensión contributiva hay que haber
trabajado —y cotizado— durante al menos 15 años, y para conocer la cuantía de
la pensión es necesario calcular la base reguladora. Este importe no es otra
cosa que la media de las bases de cotización —o del sueldo mensual, dicho en
otras palabras—, de los últimos años trabajados, excluidas las pagas extra.
Antes de la reforma se tomaban en cuenta los últimos 15 años de
cotización para determinar el importe de la pensión. Con la ley actual, este
periodo está aumentando año tras año, y la pensión pasará a
calcularse sobre lo cotizado durante los últimos 25 años trabajados
en 2022, como ilustra la tabla de la Seguridad Social.
Las bases reguladoras a considerar serán entonces 228 en 2016 —resultado
de multiplicar los 12 meses del año por los 19 años exigidos—, 240 en 2017, 252
en 2018, etc... El nuevo cálculo implica que aquellos que se jubilen de acuerdo
con la nueva normativa percibirán previsiblemente una prestación inferior a sus
antecesores, ya que, normalmente, es hacia el final de la carrera laboral
cuando se empieza a cobrar un salario más elevado.
En cuanto el trabajador sepa qué periodo de tiempo tiene que
considerar, debe actualizar estas bases en función del IPC —excluidas
las de los últimos 24 meses—. El Instituto Nacional
de Estadística (INE) dispone de una herramienta de actualización de rentas en su página web.
Para seguir con el cálculo, hay que dividir la base reguladora
obtenida por el número total de pagas (14 al año). En la tabla de la Seguridad
Social este número aparece cómo “divisor”. Los divisores van aumentando en
función de los años considerados —252 en 2015—, hasta llegar a 350 en 2022 —resultado
de multiplicar 25 años por 14 pagas—.
¿Cuántos años trabajaste?
La historia no ha acabado: ahora hay que considerar el periodo de
tiempo trabajado, porque a más años de cotización se corresponde una prestación
mayor. El contribuyente tiene entonces que aplicar unos “coeficientes de
reducción” a la base reguladora calculada anteriormente, para determinar el
porcentaje de pensión que vaya a cobrar.
Con una base de 1.000 euros y 25 años trabajados, por ejemplo, el
trabajador hubiera recibido una pensión de 800 euros antes de 2013, es decir el
80% de lo que le correspondería si hubiera cotizado durante 35 años, cuando
hubiese alcanzado el 100% de la base, los 1.000 euros.
La ley vigente ha establecido una escala que empieza con una
reducción del 50% por 15 años cotizados y va subiendo, a partir del año
siguiente, de manera progresiva. Así, entre 2013 y 2019, la subida será del
0,21% por cada mes adicional de cotización entre los meses uno y 163, y del
0,21% durante los 83 meses siguientes; entre 2020 y 2022 el incremento será del
0,21% por cada mes adicional entre los meses uno y 106 y del 0,19% por los 146
meses restantes; entre 2023 y 2026, el aumento será del 0,19% entre los meses
uno y 49 y del 0,19% durante los 16 meses siguientes; a partir de 2027 el 0,19%
del mes uno al 248 y el 0,18% durante los 16 meses restantes.
Así, con 25 años cotizados, en lugar que cobrar el 80% de la base,
el trabajador acabará percibiendo algo más del 70%. Por otro lado, si el cálculo
diera como resultado una pensión superior a la máxima establecida por ley, el
contribuyente recibiría la pensión máxima (2.560 euros para 2015).
Si el trabajador se jubila a una edad superior a la dispuesta para
cada año, cumplido el periodo mínimo de cotización elegido, tendrá un
porcentaje adicional por cada 12 meses adicionales de trabajo. Se trata del 2%
por cada año cotizado; el 2,75% si acredita entre 25 y 37 años cotizados; el 4%
si son más de 37 años.
La rebaja de la pensión inicial
No hay que olvidar que, a partir de 2019, se tendrá que considerar
también el tan debatido factor
de sostenibilidad. Este concepto
consiste en ajustar el valor de la pensión inicial en el momento de la
jubilación a la esperanza de vida. Si, como parece previsible, la esperanza de
vida aumenta a lo largo de los años, el factor de sostenibilidad aprobado por
el Gobierno de Mariano Rajoy implicará una disminución de la pensión inicial
para los nuevos pensionistas que se jubilen desde 2019.
"Puesto que la esperanza de vida tiende a aumentar con el
paso de los años, la aplicación de este factor implicará que la pensión inicial
de las generaciones que se jubilen en el fu-turo será menor que la de las
generaciones actuales, para una misma carrera laboral. Con este sistema, la
equidad intergeneracional se obtiene porque las generaciones futuras de
jubilados disfrutarán de una pensión inicial menor, pero la recibirán durante más
tiempo (al gozar de una esperanza de vida mayor). De este modo, la cuantía
total en términos de pensión que recibirían a lo largo de su vida sería similar
entre generaciones", explicaba el Banco de España en un informe
publicado el año pasado.
Los datos incluidos en el informe del Comité de Expertos para la
reforma de las pensiones apuntaban a una rebaja sustancial de las pensiones por
este elemento.
La reforma también introdujo un nuevo cálculo para la revalorización
de las pensiones que lo vincula a la situación de las cuentas de la Seguridad
Social. Dado el fuerte déficit del organismo, lo previsible en aplicación de
esa fórmula es que la subida de las pensiones se limite al 0,25% anual durante
los próximos años.
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