domingo, 30 de abril de 2017


En los últimos meses, hemos participado en la negociación de un acuerdo en materia de empleo público que permitirá la convocatoria en los próximos 3 años de más de 260.000 plazas en las distintas Administraciones Públicas.

Esta oferta tiene un carácter histórico por el volumen de plazas, garantizado con ello el sostenimiento de los servicios públicos y a la vez mejorando las condiciones laborales a miles de trabajadores que hasta ahora venían prestando una labor esencial en ámbitos como educación, sanidad o servicios sociales, con contratos en precario y un esfuerzo y dedicación ejemplares.

CSIF ha sido actor principal y pieza fundamental de este acuerdo y por ello nos congratulamos. Sin embargo, ha llegado el momento de dar un paso más para que todos los empleados públicos y los trabajadores de nuestro país vuelvan a la situación preexistente a la crisis y vean compensados los esfuerzos que han realizado en los últimos años.

Los datos macroeconómicos de los dos últimos años evidencian una clara tendencia en la recuperación económica, con un papel destacado de España, dentro del entorno europeo. Sin embargo, estos datos no se corresponden con la situación de dificultad que todavía atraviesan amplios sectores de nuestra ciudadanía.

Los empleados públicos en particular y los trabajadores por cuenta ajena en general, siguen sufriendo los efectos y los avatares que, injustamente hemos sufrido con la excusa de la crisis.

El Estado debe garantizar nuestro modelo social mediante el establecimiento de unos servicios públicos suficientes, universales, gratuitos y eficientes como fuente de desarrollo económico, creación de empleo y cohesión social. Los ciudadanos de nuestro país deben recuperar la posición dentro del Estado de Bienestar y de Justicia Social que merecen. Las instituciones tienen la obligación de proporcionárselo y nuestros representantes políticos están obligados a recuperar el crédito y la confianza que tan merecidamente han perdido por su ambición desmedida de poder en muchos casos, la avaricia económica en otros, y la mediocre gestión de su representación que, por lo general, antepone el interés del partido al de los ciudadanos, perjudicando gravemente los servicios básicos y creando brechas sociales inasumibles en una sociedad avanzada.

Es la hora de avanzar en un gran acuerdo retributivo que nos situe en la senda de no pérdida de poder adquisitivo y que a la vez nos permita en varios años recuperar la estructura salaria preexistente a la crisis económica.

Los empleados públicos no podemos resignarnos. Debemos recuperar la estructura salarial del año 2010 previa al gran recorte salarial, y las pagas extras íntegras. Además, reclamamos una cláusula de revisión salarial que mantenga el poder adquisitivo de las retribuciones. Sabemos que los salarios no han sido los culpables de la crisis, y todos los trabajadores tenemos derecho a un salario digno que nos permita avanzar y vivir mejor.

Para que nos hagamos una idea de la contundente dureza con la que ha sido tratado el mercado laboral; un tercio de los asalariados (34%), más de 5,7 millones, cobran menos de 645 Euros. La crisis nos deja una evolución precaria de los mileuristas hacia cotas por debajo del SMI. Y aunque esta precariedad la sufren todos los tramos de edad, son los más jóvenes los principales perjudicados, de tal modo que el 75% de los jóvenes con empleo, están por debajo del SMI.

España además es el sexto país con mayor brecha salarial de género entre los 28 Estados miembros de la Unión, por encima de la media de la zona euro (16,5% de desfase salarial) y de la UE (16,1%). Por ello se hace necesario un desarrollo efectivo de la Ley de Igualdad que corrija esta situación.

En 2013, el Banco de España se permitió el lujo de recomendar contratar por debajo del SMI; sin embargo, ahora que la economía crece, no escuchamos a nadie decir que se suban los salarios por encima del IPC, con lo que seguimos acumulando precariedad y ampliando brechas salarias.

Un sin fin de razones hacen necesario, ahora más que nunca, una representación laboral comprometida, seria y transparente, con planteamientos reivindicativos de corte moderno y profesional, sin

ambigüedades ni ataduras ideológicas ni económicas, con plena independencia para negociar la verdadera recuperación del mundo laboral español.

CSIF cumple todos los requisitos para actuar como alternativa sindical a las organizaciones tradicionales, con la profesionalidad y la independencia necesarias para acometer los compromisos que la sociedad exige de una organización sindical, cuya principal misión es la defensa del interés general de todos los trabajadores.

CSIF es una organización sin posicionamientos políticos y con plena independencia económica, ‘INDEPENDENCIA’ con mayúsculas por la que sólo nos debemos a nuestros afiliados.
jueves, 27 de abril de 2017


La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F), sindicato más representativo de las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, conmemora este 28 de abril 2017 Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo con el tema elegido por la OIT “Optimizar la compilación y el uso de los datos sobre Seguridad y salud en el trabajo (SST)” con el objetivo de crear conciencia mundial sobre la magnitud y las consecuencias de los accidentes, las lesiones y las enfermedades relacionadas con el trabajo, colocando la salud y la seguridad de los trabajadores entre las prioridades de las agendas internacionales y apoyando la actuación a todos los niveles.

En la medida en que los datos sobre accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo son esenciales para la prevención, hay una urgente necesidad de mejorar los sistemas de registro y notificación, así como la recopilación y análisis de datos sobre SST a nivel nacional. Esto proporcionaría a los países indicadores más fidedignos de la eficacia de los sistemas nacionales de SST y les ayudaría a priorizar cuáles problemas de SST deberían recibir los recursos, a veces escasos, necesarios para resolverlos.

La armonización de los sistemas nacionales de registro y notificación permitiría la recopilación y el análisis de los datos con fines de prevención, ya que en la actualidad el panorama existente en España es que tenemos diferentes sistemas de registro de siniestralidad laboral como son el Sistema Delt@ y el CEPROSS al que notifican los trabajadores con las contingencias cubiertas por la Seguridad Social, mientras que los empleados públicos que tienen cubiertas las contingencias cubiertas por MUFACE, MUGEJU e ISFAS comunican por otros sistemas de registro.
¿Esto que supone?

• No se unifican los datos recogidos en los distintos registros, por lo que no existen datos globales de la siniestralidad laboral que incluya a todos los españoles: por tanto, en las Estadísticas de siniestralidad laboral nacionales publicadas los empleados públicos son prácticamente invisibles.

• Las mutualidades de los empleados públicos no publican un estudio estadístico de siniestralidad laboral; lo que supone una gran dificultad para conocer la situación y poder realizar una adecuada gestión de la prevención de riesgos laborales en la Administración Pública.

• Las causas y situaciones peligrosas derivadas de la investigación de los accidentes laborales de los empleados públicos tampoco se tienen en cuenta a la hora de valorar los resultados y programar medidas preventivas en los planes y políticas de seguridad y salud nacionales.

A esto se suma la dificultad en el acceso a los datos de siniestralidad laboral, entre otros temas, limitando así el derecho a la información del resto de organizaciones sindicales, ya que solo siendo miembro de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo se consigue la información en tiempo y forma adecuada.

En el año 2016 se produjeron 555.722 accidentes de trabajo con baja, un 5,0% más que los ocurridos en 2015 (que ya habían aumentado un 7,6% con respecto a 2014). Nuevamente se confirma la continuidad del crecimiento de los accidentes laborales y enfermedades causadas por el trabajo a consecuencia del deterioro de las condiciones laborales, la ineficacia de los sistemas de prevención existentes y la poca implicación política al respecto.

Además, CSIF, ante el desconocimiento detectado entre los trabajadores sobre los accidentes laborales y los trámites relacionados con los mismos, aprovecha este Día Mundial para lanzar una nueva publicación para informarles y concienciando con el lema “Cuida Tu Salud, Notifica tu Accidente Laboral”.
CSIF vela y defiende la seguridad y salud de los trabajadores como principio fundamental en el entorno laboral, por ello:

• Insta a la Administración para establecer un único Sistema Nacional de Registro y Notificación que trate de manera conjunta la siniestralidad laboral en España que sustituya a los actuales.
• Solicita sistemas de información de fácil acceso para todos, fiables y transparentes que permitan una planificación e implementación de medida de mejora de la SST derivadas de su análisis.

• Establecer una buena comunicación y coordinación entre las autoridades, entidades públicas y privadas que proporcionen una incorporación de datos coherente, fiable y ágil.

• Solicita formación específica a los Médicos de Familia de atención primaria (INSS), que se ocupan en parte del diagnóstico y seguimiento de las bajas laborales y de la posible detección síntomas de futuras enfermedades profesionales o enfermedades derivadas del trabajo.

• Actualización del cuadro de enfermedades profesionales y su revisión periódica.

• Para la reducción de la siniestralidad laboral reclama políticas preventivas eficaces, dotación de presupuestos para su cumplimiento, mayores sanciones por incumplimiento, y aumento de la actividad de la Inspección de Trabajo

 

     LO QUE NO SE NOTIFICA, NO EXISTE